¿Qué os parecería casaros en un pinar, rodeados de campos de trigo, bosques y, por supuesto, vuestra familia y amigos? Llevo bastantes años trabajando como fotógrafa de bodas y he visto muchas maneras de celebrar un día tan especial. Y todas son válidas, pero tengo que reconocer que estar al aire libre, escuchando los pájaros de fondo mientras os casáis, no tiene precio.
En este caso Dana y Roger eligieron Mas Oliveres (Figueres). Una preciosa masía a unos cuantos kilómetros de Barcelona y en plena Costa Brava. Querían que su boda fuese al aire libre y estar rodeados de naturaleza. Así podrían disfrutar de la primavera en todo su esplendor. Y vaya si la disfrutaron.
El día comenzó con Dana nerviosa y Roger no menos nervioso. Preparándose mientras los invitados empezaban a llegar a la masía. Les esperaban refrescos -menuda limonada rica que tuve la suerte de probar!- y picoteos antes de la ceremonia.
Conforme se acercaba la hora, los invitados fueron dando un agradable paseo hasta la zona preparada para la ceremonia: un pinar sutilmente decorado para respetar el entorno natural. Y al fin llegaron ellos. Y especialmente la llegada de Dana fue emotiva. Tenía preparada una sorpresa: había sido ella misma la que se había diseñado su vestido de novia. Capa incluída. No podré olvidar la cara y las lágrimas de Roger al verla (si no te apetece ver el post completo, sí te recomiendo que al menos eches un ojo a ese momento).
Tras las emotividad de la ceremonia, disfrutamos de unos minutos juntos para sacar algunas fotos bonitas de ellos dos juntos. No fue difícil ya que tanto ellos como el lugar estaban en sintonía y se dejaron llevar.
El resto del día podéis disfrutarlo en las fotos: muchas sonrisas y muchas lágrimas. Como en la peli. Pero en este caso eran lágrimas de felicidad.
Para esta boda tuve la suerte de estar entre los siguientes proveedores:
Fotografía: Sara Lázaro
Vídeo: Al Cuadrado Videography
Masía: Mas Oliveres (Costa Brava)
Vestido: diseño de la propia novia
Pendientes: 7embre