Una de las cosas que más echo de menos en Granada es tener una playa a cinco minutos….. Y si algo tiene Huelva, ¡son playas! Así que cada vez que hago una escapada a mi tierra, aprovecho para perderme por alguna de sus inmensas playas. La sensación de tener la brisa marina en mi cara, los rayos del sol calentando mi cuerpo y el silencio roto por las olas del mar o el sonido de alguna gaviota no tiene precio….

En esta ocasión me acerqué a Isla Canela, una de las playas más bonitas y vírgenes de la zona. Había una luz otoñal realmente increíble…. y como siempre llevo la cámara encima, hice algunas fotos a mi hermana Concha y a Manuel que, como se puede ver, están más que acostumbrados a que vaya detrás de ellos como reportera.

Así que bueno, este post se lo dedico a ellos dos por ser como son  y por tener tanta paciencia conmigo y con mis sesiones fotográficas improvisadas ¡muchas gracias a los dos!