Casarse en casa es toda una experiencia. Eva y Víctor no se casaron en su propia casa, pero sí tuvieron la oportunidad de hacerlo en un sitio que conocían bien y que les hacía sentir como si lo fuera. Decidieron celebrar su boda en un espacio íntimo y perdido en un rincón natural de Barcelona: el Parque Natural del Montnegre, en un «trocito de campo» donde un amigo suyo tiene una pequeña Masía llena de encanto.
Estuvieron meses habilitando la casa y el terreno para llevar a cabo las ideas que tenían en su cabeza. Fines de semana en los que iban para arreglar la finca, hacer que el césped creciera y que las flores llenaran de color los rincones de la casa.
Lo que me encontré ese día nada más llegar y tras conducir un buen rato por caminos de monte alejados de toda civilización, fue a Víctor y sus amigos preparando todo para que estuviese a punto, una casita rústica preciosa, llena de mil detalles, de flores, de colorido y de sonrisas. Porque si algo se respiró ese día fueron las sonrisas de los novios y sus amigos y la ilusión de ver hecho realidad su sueño de celebrar su boda a su manera.
Vestido novia: Otaduy
Traje novio: El Ganso
Flores: Magnolia & Co
Catering: 21 de Marzo
Invitaciones: Clara Marfil