fotografo bodas sin posar

Mas Jofre es una de las fincas más bonitas para bodas en las que he estado trabajando como fotógrafa. Se encuentra muy cerca de Peratallada, un pequeño pueblo medieval de la Costa Brava. Mas Jofre es una Masía alejada de todo (aunque relativamente cerca de la ciudad de Girona) donde se pueden aprovechar sus jardines y plantaciones de olivos para celebrar una boda al aire libre con una estética mediterránea y desenfadada.

Conforme iba conduciendo por esas carreteras de la Costa Brava catalana, fui desconectando del bullicio de Barcelona. Hacía un sol increíble y a pesar de ser finales de verano, había una temperatura cálida. Una de las cosas que más me gustan de ser fotógrafa de bodas es tener la oportunidad de conocer estas fincas o haciendas escondidas entre la naturaleza. Por la zona del interior de la Costa Brava abundan este tipo de masías: casas de campo hechas de piedra que conservan la arquitectura típica de piedra de la zona.

Cris y Alex quisieron celebrar su boda teniendo en cuenta la estética mediterránea. Ella creció en Nueva York, por lo que gran parte de los invitados venían de fuera. Y querían que aparte de disfrutar de su compañía, disfrutasen de cosas típicas de la zona: la comida mediterránea, las playas y calas de la Costa Brava y el atardecer en la Masía.

Tuvieron claro desde el principio que querían celebrar una ceremonia religiosa, por lo que aprovecharon la Iglesia más cercana a la Masía: la Iglesia de Sant Esteve. Un templo románico con una fachada de piedra imponente. Y exceptuando ese momento de la ceremonia, el resto de la boda transcurrió al aire libre en los jardines de Mas Jofre. Donde todos pudimos disfrutar de la puesta de sol con montañas de fondo y rodeados de trigales y campos de olivo.

Cris quería ir sencilla. Con un maquillaje discreto y un vestido de novia que encajase en el entorno. La elección fue un vestido de alta costura del Atelier de novias Silvia Marí. Era un vestido elegante y muy natural. Con bordados florales y espalda abierta. Para el peinado se decantó por una trenza de espiga que recogía su abundante melena rizada. Lo complementó con un discreto velo que usó en la ceremonia y que se quitó para el resto del día. Para la noche eligió una corona de flores secas que le daba un toque colorido al blanco del vestido. Del peinado y maquillaje se encargó Tatiana Besada.

La decoración del cocktail y cena, estuvo en manos del Catering Empordá, haciendo muestra de nuevo de su buen gusto decorando bodas al aire libre que se funden con el espacio y crean un ambiente natural. En este caso, eligieron adornos florales de eucalipto, vajilla con copas de cristal verde a juego con el verde del césped y preciosas mesas redondas bajo una guirnalda de luces que les alumbraría durante toda la noche.

Este es un ejemplo perfecto de cómo poder celebrar una boda en el campo, aprovechando los jardines de una masía y con una mezcla de estilo informal, pero elegante. Y si estás organizando una boda de este estilo, ya sea en unos jardines, en un cortijo o cualquier espacio al aire libre, te dejo algunos ejemplos de bodas al aire libre en fincas increíbles a los que he tenido la suerte de ir como fotógrafa:

Boda entre pinares y trigales con un vestido hecho a mano por la propia novia

Boda en la playa, en una cala de la Costa Brava