Boda en Cadaqués con vistas a la playa
Esta boda en Cadaqués, en una casa alquilada frente a la playa y con vistas al Mar Mediterráneo, celebrada en pleno verano, fue un ejemplo perfecto de cómo la fotografía documental de bodas sirve para captar la espontaneidad, la naturalidad y las emociones que ocurrieron ese día. Fue una boda donde destacó la informalidad y autenticidad de cómo querían celebrarlo los novios.
La ceremonia tuvo lugar frente al Ayuntamiento de Cadaqués, pero no en el interior que es donde suelen celebrarse las bodas, sino en la pequeña plaza con vistas al mar Mediterráneo que hay justo delante del Ayuntamiento. Rodeados de los familiares y amigos más cercanos, los novios quería tener un día íntimo y desenfadado. Su boda fue una celebración sin protocolos, donde lo importante era disfrutar del momento, del buen tiempo, de las vistas al mar y a la playa y sobre todo, de la compañía.
Tras la ceremonia, fuimos a pasear las estrechas calles de Cadaqués. Luego continuamos por el paseo marítimo, con sus vistas a la playa y los barquitos pesqueros. Los turistas no paraban de felicitar a los novios y ellos, relajados y felices, compartieron risas y abrazos con sus invitados mientras disfrutaban del ambiente mediterráneo.
Uno de los mejores momentos fue cuando hicimos una parada en un bar que habían reservado, el bar Set Cadaqués. Un pequeño bar justo frente a la playa donde habían reservado la terraza y el interior para tomar cócteles. Fue un momento para simplemente disfrutar, y, para mí como fotógrafa, una oportunidad de fotografiar una boda diferente y muy informal.
La celebración continuó en una casa alquilada en Cadaqués, un lugar con vistas espectaculares al mar y al pueblo. Desde allí, pasamos el resto de la tarde y de la noche. Disfrutando de las vistas, del sol, del aire libre y conversando de manera relajada con todos los invitados.
Uno de los aspectos más especiales de esta boda fue la pasión del novio por la fotografía analógica. Desde el principio, él tuvo claro que quería que gran parte del reportaje se realizara en este formato, y para mí fue un placer acompañarlos puesto que disfruto mucho disparando con cámaras de carrete. La fotografía analógica tiene un encanto único: cada disparo cuenta, cada imagen tiene textura y profundidad. Estas fotografías analógicas aportaron una capa extra de autenticidad y nostalgia al reportaje, y el resultado no podría haber sido más especial. El novio llevó también su cámara de gran formato 8×10 que utilizamos para realizar algunas fotografías desde la terraza.
Mi enfoque como fotógrafa documental siempre ha sido contar historias y esta boda en Cadaqués me permitió hacerlo de la manera que me gusta: mezclando el estilo documental con la fotografía analógica. Las emociones de ese día quedaron para el recuerdo de los novios. Y todo respetando el estilo relajado y auténtico que querían los novios. Sin forzar poses ni momentos incómodos.
Y tras esta boda, si quieres disfrutar de una boda realmente muy diferente y con estilo, te recomiendo que eches un ojo a esta Boda en l´Empordà con inspiración en Dali y los Kennedy.