Virginia y Sergio quisieron dos localizaciones diferentes para su preboda: ciudad y campo. Así que nos armamos de valor con el calor y nos lanzamos a algunas de las calles del Albaicín para terminar después con una magnífica puesta de sol en un campo cercano a la ciudad. Virginia, gracias por implicarte tanto en el tema del vestuario y gracias también a los dos por mostraros tan espontáneos delante de la cámara :)